Este mes celebramos a las madres, a esos seres de luz que completan nuestras vidas. Así que estas líneas son sólo una demostración de lo que he comprendido siendo madre y son un homenaje para ustedes.

Muchas veces celebramos el día de las madres en modo automático; es bueno saber que existe este día para conmemorar la maternidad, pero es importante recordar todas las cosas por las que cada hijo debemos estar agradecidos con nuestra madre.

Se es madre no sólo por el hecho biológico de gestar una vida, sino por el vínculo de amor que se tiene con nuestros hijos.  Así que tu historia como madre comienza con la primera cita a ciegas donde conocerás al gran amor de tu vida; ese momento cuando un maravilloso ser es puesto en tus brazos; en ese instante también naces tú como madre y de inmediato experimentas el amor más grande que puede existir en este mundo, una razón de ser para el resto de tu vida.  Una vida que irás recorriendo aprendiendo de tu pequeño maestro y él o ella de ti.

Quizá en este momento pienses que no tienes nada de especial, que sólo haces lo que cualquier madre haría, tratas de hacer lo mejor para tus hijos y te equivocas más de lo que desearías. Así es la vida, las madres perfectas no existen, pero sí eres una madre especial.

Hoy celebramos tu valentía por haberlo intentado, y seguir intentando ser la madre que tus hijos necesitan; ser una heroína que no sabe volar, pero que sabe cuando sus hijos la necesitan.

A ti madre: Gracias!!

Gracias por dar todo tu corazón sin esperar nada a cambio, por ser una mujer llena de títulos de los que no te vanaglorias, por calmar las inseguridades de tus hijos, por tenerles la confianza aún y cuando todos los demás la hayan perdido; por transmitirles seguridad, por estar orgullosa de sus logros y enseñarles que cuando se equivoquen hay una oportunidad de aprender.

Gracias por querer aprovechar cada momento al máximo, por hacer sentir a tus hijos como el mayor tesoro que existe en el universo; por darles las herramientas necesarias para afrontar al mundo y tratar de conseguir sus sueños, por enseñarles la perseverancia.

Gracias por afrontar con valentía tus miedos, tus preocupaciones, por tus noches de insomnio, por levantar a tus hijos cuando tropezaron, por consolarlos cuando les rompieron el corazón; por predicar con tu ejemplo y enseñarles los valores que forjan su escudo para que nada los quebrante. Gracias porque, aunque te duela, les das alas para volar su propio camino y que vuelen alto.

Gracias porque no importa la distancia o los años que pasen, tu amor y consejo siempre estará ahí para ellos.

No existen palabras, ni tiempo ni forma de expresar lo mucho que significa ser madre, el grado de responsabilidad, bondad, ternura, disposición, entrega, lección y amor que nos dan. Gracias madres por ser y estar.

Yo me miro al espejo y veo mucho de mi madre, ella siempre me decía: como me ves, te verás. Bueno, pues hoy me quedan esos zapatos que tanto me probé, hoy reconozco lo que se necesita tener para poder calzarlos y valoro cada segundo que ella invirtió enseñándome a hacerlo. La obra maestra de mi mundo eres tú mamá. Gracias infinitas porque cuando llegó el momento de salir a nadar en un mar de equivocaciones, siempre estuviste ahí para mí, vigilándome a la distancia por si tenía miedo, o si encontré obstáculos y no sabía qué hacer; te amo infinitamente.

Desde la trinchera de mi hogar, soy Cindy Rigada

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