Un fundamento presente en todo intento de explicar la importancia del Derecho de Moda está en que este ayuda a nuestro país (Perú) a mantenerse económicamente estable. No obstante, no es un dato nuevo que hasta el día de la actualidad, su regulación concreta seguirá siendo considerada en segundo plano.

Debemos tener en consideración que la moda sirve además como tarjeta de presentación e interacción social. Permitiendo que una persona pueda distinguirse, contrastar, destacar, diferenciarse. Esto es una forma de expresión con telas, y agujas. Es espacio de novedades, de color y también de caprichos y de creatividad innovadora, que lógicamente también deben estar protegidas y reguladas en una normativa legal.

En este sentido, es importante asegurar un proceso de construcción colectiva del área, a partir de la preocupación de los profesionales del derecho. De esta manera, ya no existirán paradigmas y vinculaciones de Derecho de Moda con la estética, teniendo en consideración que la sociedad está en constante evolución, y que actualmente el número de demandas en el ámbito de Fashion Law, va en aumento, por lo que nuestro Poder Legislativo debe elaborar leyes que promuevan la industria de la moda. No existe obstáculo para continuar en el camino. Evidentemente estamos ante una inconclusa regulación, pero no podemos quedarnos con estos vacíos en el ordenamiento jurídico peruano, pues se tendrá que actuar como mediador en la industria de la moda y todas sus ramificaciones.

Asimismo, es importante señalar que sirve como herramienta para mejorar la vida de las personas, siendo que la industria de la moda bien gestionada puede hacer un mundo mejor para las personas.

Ahora bien, abordando la industria de la moda, esta se ha venido relacionando a lo largo de la última década con el consumo desenfrenado, la contaminación medioambiental y la explotación laboral a todos los niveles.

Empero, al mismo tiempo que ocurría esta puesta en evidencia de la industria del fast fashion, se abría todo un mundo de posibilidades con la moda sostenible, así como con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Los ODS han posibilitado nuevas oportunidades y también maneras de ver la moda en favor de la sociedad y del medio ambiente.

En tal sentido nos planteamos la interrogante ¿en qué sentido puede influir la moda de manera positiva en la sociedad?

Aquí, tenemos algunas razones, relacionadas a la Moda aplicada a los ODS Sociales.

Objetivo 1: Fin de la pobreza

La industria de la moda debe jugar un papel activo a la hora de mejorar la calidad de vida de las comunidades donde opera, contribuyendo con pagos de salarios justos e igualitarios a todos sus trabajadores y asegurándose de que ningún miembro de la cadena de valor esté viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

La industria de la moda no solo genera millones de puestos de trabajo y es capaz de sacar a muchas personas de la pobreza, sino que tiene un desafío tan grande que combatir, y es asegurarse de que los puestos de trabajos ofrecidos sean decentes, remunerado y reúnan las condiciones básicas, para que el trabajador se pueda desempeñar de manera digna en todas las cadenas de abastecimiento, en la que se impongan normas vinculantes con el fin de garantizar los derechos humanos, y en consecuencia, el cumplimiento del ODS 1.

Objetivo 2: Hambre cero

En la producción de materias primas textiles como el algodón, la industria de la moda explota indebidamente terrenos que podrían utilizarse para cultivos. Además de utilizar grandes cantidades de agua que podrían utilizarse tanto para beber como para criar animales en granjas.

En la aplicación de la moda al ODS 2 “Hambre cero” la moda sostenible que reutiliza y recicla material que ya está producido, o mediante la innovación de materiales a partir de residuos, más terrenos podrían utilizarse para la producción de alimentos de las personas dedicadas a la producción de ropa.

Objetivo 5: Igualdad de género

Mientras que la mayoría de gente que trabaja en la industria de la moda son mujeres, esto tiende a ser más común en las posiciones más junior, mientras que los miembro de los órganos de decisión son en su mayoría hombres según The Glass Runway, un estudio del Council of Fashion Designers of America (CFDA), Glamour y McKinsey & Company.

El ODS 5 “Igualdad de género”, y más concretamente el indicador 5.2.1 aplicado a la moda sostenible puede conseguir grandes cosas; las mujeres necesitan seguridad para que se vean capaces de poder ocupar puestos de responsabilidad dentro de la industria de la moda, como dirección creativa y dirección general. El acoso sexual en ciertas áreas de la industria como el modelaje también debe ser un tema importante a tratar.

La moda persigue el objetivo de empoderar a las personas para expresar su identidad a través de la ropa, independientemente de su género y las marcas pueden dar voz para tratar todos estos temas tan controvertidos en los últimos tiempos.

Objetivo 10: Reducción de desigualdades

La crisis mundial del COVID-19 ha desnudado ciertas desigualdades dentro de la industria de la moda, así como en otros sectores.

La parte más sensible de toda la cadena de suministro ha demostrado ser los trabajadores y trabajadoras de las fábricas, con casi la mitad de los trabajadores con grandes dificultades para mantener sus trabajos debido a cancelaciones e impagos por parte de gigantes de la moda rápida de los países que estaban en confinamiento.

El indicador 10.4.2 del ODS 10 “Reducción de desigualdades” trata el efecto redistributivo de la política fiscal. Cada vez son más las empresas de moda sostenible que ofrece transparencia acerca de sus salarios, con límites entre salarios más bajos y más altos para que no sean siempre los más vulnerables quienes sufren la mayor parte de las consecuencias cuando las cosas van mal.

Conclusión:

Como se ha podido apreciar a lo largo de este artículo, son muchas las maneras en las que la industria de la moda puede influir de modo positiva en la vida de las personas, si se apostara por un modelo de producción transparente y responsable con el medio ambiente y con la sociedad y finalmente regulado por el derecho, permitiendo aún más el empoderamiento de los involucrados.

Por Julia Griselda Espinoza Malatesta. Directora Regional de la Organizacion Democrática Mundial ODM Huánuco. Peruana

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