Madre, esposa, emprendedora, estudiante y empleada.
Desde hace 8 años que soy madre esposa, empleada y ama de casa; reconozco que no ha sido para nada un tarea fácil y más ahora que desde hace dos años retome mi carrera universitaria. Confieso que para poder maximizar el tiempo y desempeñar todas las actividades de manera simultánea ha sido un gran reto para mí, pero estoy segura de que al final la recompensa al momento de convertirme en profesional será tan grande, como la gran tarea que decidí enfrentar para ser una madre 3.0.
Les cuento que mi día comienza a las 5:15 am y termina a las 11:10 pm, pero es la única forma que tengo para alargar mi jornada y cumplir con todo lo programado. Siempre nos cuentan que el día tiene 24 horas pero la verdad que no es cierto, porque solo tenemos 18 horas productivas en un día, si y solo si destinamos un mínimo de 6 horas para el sueño.
En mi caso mi jornada diaria está distribuida de la siguiente manera: 10 horas promedio para mi empleo privado (que algunas veces puede extenderse un poco más), 1 hora en preparación de mis niños para el colegio, 2 horas para revisar tareas y compartir con mis hijos de regreso del trabajo, 1 hora para hacer mis quehaceres del hogar y 1 hora a mi negocio de ventas. Luego que mis niños van a la cama dedico 2 horas 1/2 media al estudio y es donde culmina mi día típico de una manera súper estresante y agotadora.
A veces me llegan pensamientos negativos a la mente y me digo a misma: ¡esto es mucho para mí!, ¡no puedo más!, ¡hasta cuando! …, pero luego respiro y me respondo: que lo realmente importante es el ejemplo que quiero dar a mis hijos y que es lo que verdaderamente quiero para mí. En la vida todo cuesta y a las cosas se le encuentra el verdadero valor, cuando hay sacrificio extra para obtenerlas.
Aquí les dejo algunos consejos que me ayudan a seguir como madre 3.0:
- Botar un poco el estrés: Busca aquello que te relaje, en mi caso es hacer un poco de ejercicio.
- Descansa: Toma una mini siesta hasta media hora para descansar la vista. Esto me ayuda a volver en sí, retomar mis ideas y deseos de luchar.
- Enfócate en tu meta: Lo más importante es que siempre tengas presente que en algún momento esto será de satisfacción y éxito, la verdad es que el precio ha sido alto, pero la satisfacción es un sentimiento aun más grande.
- No estás sola: Muchas veces magnificamos nuestras circunstancias como las peores pero la verdad es que muchas mujeres están bajo esta misma situación de superación y crecimiento. Así que, si estas pasando por lo mismo que yo, mi consejo es que cada vez que se te acaben las fuerzas para seguir luchando respires profundo, mires a los ojos a tus pequeños y sigas luchando con las garras que solo una madre puede tener.
- Nunca te olvides de Dios: Entre tantas cosas saca un momento diario para orar y reflexionar aunque sea de 15 minutos para hablar con tus hijos para orar con ellos; que ese abrazo y ese beso de buenas noches nunca les falte.
- Somos fuertes: Las mujeres tenemos la particularidad de ser emocionalmente fuertes, valientes y optimistas. Una mujer fuerte es aquella que dice estoy bien luego de haber llorado y sigue de pie aunque les falten las fuerzas.
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Por: Mairely Cruz (República Dominicana)
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