Lee esto antes de felicitar por WhatsApp el 8 de Marzo

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El 8 de marzo no es un día para felicitar, sino para reflexionar y alzar la voz sobre las desigualdades que todavía existen entre hombres y mujeres en el mundo. A pesar de los avances logrados en materia de derechos, aún persisten situaciones de discriminación, violencia y exclusión que afectan especialmente a las mujeres. Aunque estén reconocidos derechos, la igualdad real y plena no ha llegado.

Por tanto, en lugar de felicitar a las mujeres en este día no comercial o de banalizar los esfuerzos críticos con bombones y flores, lo importante es reconocer la lucha y resistencia de las mujeres a lo largo de la historia, su aporte a la construcción de una sociedad más justa y diversa. Y esto sí se puede reconocer en redes sociales, es fantástico hacerlo y hay stickers espectaculares.

En lugar de decir “feliz día de la mujer”, haz algún reconocimiento a las mujeres que acompañan tu vida, por ejemplo.

La marcha feminista del 8 de marzo, también conocida como la marcha del Día Internacional de la Mujer, es una manifestación que tiene como objetivo visibilizar y denunciar la violencia y discriminación que viven las mujeres en todo el mundo por ser mujeres o por parecerlo, por haber nacido con útero y vagina. Esta marcha, y todos los eventos paralelos que se llevan a cabo durante el mes, son una oportunidad para que las mujeres y personas afines al movimiento feminista exijan que la sociedad no dé la espalda a la realidad que nos atraviesa. También es una oportunidad para formular planteamientos de disidencia.

La diversidad de voces en el feminismo es una fortaleza, ya que no todas las mujeres tienen las mismas experiencias y parten de contextos socioculturales y económicos distintos, y, por tanto, sus demandas y necesidades pueden ser diferentes. No es lo mismo una mujer indígena y rural de Suramérica, que una nativa norteamericana de ciudad, tampoco tienen las mismas preocupaciones una mujer trabajadora de la China que una de Dinamarca, o una anciana negra africana que una bebé palestina de un campo de refugiados. Por supuesto, no es igual la lucha activista de una transexual europea que de una adolescente que crece en las islas del pacifico sur o las circunstancias de una mujer con alguna discapacidad que de una migrante centroamericana.

Estas diferencias por factores de raza, etnia, clase, orientación sexual, ubicación geográfica, edad, discapacidades y situación administrativa-jurídica (como el caso de mujeres migrantes o presas de la libertad) se reconocen como categorías que terminan definiendo en gran parte lo que son las mujeres y lo que experimentan a lo largo de sus vidas. En feminismo, cuando interactúan dos o más factores de los anteriores produciendo desigualdad y discriminación hablamos de interseccionalidad.

Las reivindicaciones del 8 de marzo buscan dar cabida a todas estas voces, y a los análisis de distintas corrientes dentro del propio movimiento feminista, para que las mujeres se sientan representadas y escuchadas, y para que juntas puedan construir una agenda feminista más amplia e inclusiva.

Es importante destacar que, aunque todas las voces divergentes en el feminismo son válidas y necesarias, es fundamental que se mantenga una perspectiva crítica y reflexiva en la lucha por la igualdad. Esto implica reconocer y cuestionar las estructuras y sistemas que perpetúan las desigualdades. Justamente, por aquí es por donde podemos empezar en los espacios de capacitación no formal: por cuestionar todo lo que hemos normalizado.

La diversidad de voces en el feminismo es una fortaleza, por eso hay quien pueda decir que recibe o da felicitaciones para celebrar el avance en la conciencia social y porque le sale del alma, o porque nadie le puede decir cómo transitar por este día ni por la vida… Cierto. No obstante, hay un elemento pedagógico. No se felicita ni se regalan flores, porque en esta sociedad mediada por el dinero no queremos que un día conmemorativo se convierta en una fiesta comercial.

El 8 de marzo es un día público, político, de carácter internacional, que busca hacer un contrapeso ideológico al establecimiento. Si comprendes los entresijos históricos de este día y la solemnidad con la que se merecen ser recordadas nuestras antecesoras en la búsqueda de una sociedad en la que todas nos sintamos libres, seguras y reconocidas, entonces vívelo como mejor te sientas. Incluso, ¡cómprate tú tus propias flores!

Por Margarita Prada Zuluaga. Comunicadora social y marketer

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2 comentarios

  1. Excelente reflexión (es cierto que esta fecha se ha tergiversado como tantos otras…). Ahora sabemos qué significa. Gracias Margarita .

  2. Libres, seguras y reconocidas.

    Claro que lo compartiré pues estoy de
    Acuerdo. Además no es una celebración sino una conmemoración.
    Aunque hemos avanzado falta mucho. Demasiados feminicidios. Demasiados Odios. Demasiada desigualdad de trabajos, salarios, incluso dentro de nuestras casas, y eso que somos afortunadas pues nos dieron “permiso de trabajar” y al hacerlo tomamos cierta independencia.

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