Probablemente nos ha sucedido que tenemos alguna tarea importante por realizar y, por alguna razón, la vamos postergando por hacer alguna otra actividad de menor relevancia, más fácil de enfrentar o más agradable. Esto es lo que se llama procrastinación.
Qué es lo que nos lleva a procrastinar? Quizás el hecho de postergar una tarea importante ocurre porque nos parece molesta, aburrida o creemos que demanda mucho tiempo. También puede ser una forma de evitar las responsabilidades o emociones negativas que nos pueden generar determinados pendientes, como ansiedad, inseguridad, frustración, etc.
Por lo general, la naturaleza particular de nuestra aversión depende de la tarea asignada o la situación. Sin embargo, también podría resultar de sentimientos más profundos relacionados con la tarea, como dudar de uno mismo, tener baja autoestima, sentir ansiedad o inseguridad.
Es una tendencia natural de las personas que tratemos de evitar o postergar tareas desagradables.
Cuando procrastinamos, no solo estamos conscientes de que estamos evadiendo una tarea importante; también estamos al tanto que evadirla es una mala idea. Y aún así, lo hacemos, es decir, evadimos esa tarea en contra de nuestro mejor juicio.
¿El resultado? Que al procrastinar tareas que nos producen malestar, eso nos produce alivio temporal, por lo tanto, vamos a tender a hacerlo de nuevo; llevándonos a convertirlo en un hábito crónico y engancharnos en un círculo vicioso.
Aunado a esto, nos traerá inconvenientes de incumplimiento y retrasos no planificados que nos harán sentir vergüenza, ansiedad o culpabilidad.
¿Cómo dejar de procrastinar?
1.-Establece tus objetivos. Conocer el motivo que hay detrás de tu esfuerzo, te ayudará a vencer la tentación. A la hora de definir objetivos debes procurar que sean lo más específicos posibles, personales y motivadores, de tal forma que te anime a aplazar recompensas inmediatas para lograr recompensas mayores a largo plazo.
2.-Suprimir las tentaciones. Identifica todos aquellos elementos que en un momento determinado puedan suponer una tentación y aléjalos o ponlos fuera de tu vista. Recuerda que, en el tema de aprovechar el tiempo, el que evita la tentación evita el peligro.
3.-Dividir la tarea pendiente en un conjunto de tareas más pequeñas . Si te enfrentas a un trabajo demasiado complejo y no sabes cómo empezar, surge la tentación de aplazar esa tarea, para hacer otras que te resulten más agradables o que estés seguro de poder empezar y terminar. Para evitarlo la mejor estrategia es dividir tu trabajo en tareas pequeñas y sencillas de abordar. De esta forma cada tarea lograda aumentará tu motivación, y, poco a poco, te irás acercando al objetivo final.
4.-Evita los argumentos autopermisivos. Debemos dejar a un lado cualquier tipo de excusa, nada de decir: “no pasa nada por un día que me retrase, tengo tiempo”. Simplemente haz la actividad ya.
5.-Alentarse a hacer un borrador de la tarea, y luego trabajar en una versión definitiva. Esto permite disminuir las presiones de perfección y avanzar sobre la tarea sin la sensación de tener que hacer las cosas bien a la primera.
6.-Construir un entorno de trabajo libre de distracciones. Si quieres estar más concentrado en tu trabajo debes eliminar o reducir al mínimo las potenciales fuentes de procrastinación: el teléfono móvil, ponlo en silencio y fuera del alcance de la vista; o bien si tienes el pendiente de alguna notificación urgente, silencia de manera selectiva las notificaciones. La computadora, es otra distracción con el acceso a internet; desactiva la conexión si no es imprescindible para tu tarea. Las personas de tu entorno también generan interrupciones y son fuente de distracción. Trata de poner límites a sus interrupciones. Y, por último, la multitarea que no solo es otra fuente de distracción, sino además disminuye tu rendimiento.
7.-Aplicar técnicas de trabajo interrumpido. Segmenta el trabajo en pequeños lapsos empleando pausas intermitentes para hacerlo más liviano. El cansancio es un factor que multiplica el desinterés y reduce la capacidad de esfuerzo; si haces un pequeño descanso, recuperarás fuerzas tanto físicas como mentales.
8.-Cuando tomes una decisión, comunícala. Cuando tú comunicas a las personas implicadas que entregarás esa tarea en un determinado tiempo, te será más difícil incumplir con ella. Aprovecha el poder de la presión positiva comprometiéndote públicamente con tus objetivos.
9.-Personaliza tus estrategias. Observa tu propio comportamiento. No todas las personas sentimos debilidad por las mismas actividades. Identifica las actividades que utilizas como vía de escape. Piensa en las situaciones en las que sueles procrastinar y busca tu patrón.
10.-Organiza el día siguiente. Uno de los principales desencadenantes de la procrastinación ocurre en los momentos de cambio de tareas. Planifica diariamente tus actividades para saber siempre cuál es la siguiente tarea. Hazlo el día anterior para iniciar tu día con los objetivos claros.
Espero que estos consejos te sean de utilidad y que no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Desde la trinchera de un hogar…
Cindy Rigada Aguilar
MORE Latinoamérica (Mindfulness, Oportunidades, Resiliencia y Equidad). Es un proyecto no lucrativo que involucra a hombres y mujeres comprometidos con la capacitación y desarrollo de la mujer. Te invitamos a que nos sigas a través de nuestro grupo de facebook: https://www.facebook.com/groups/2381345738608995/
