Aquí te muestro 3 máximas que he aprendido y que me han ayudado a ser mejor padre.

Miles de consejos en las revistas e Internet, conceptos rebuscados de lo que un padre debe ser y no ser, consejos psicológicos para controlar a tus hijos y un sinfín de etcétera que nos comparte el mundo hoy en día. Pero… ¿Cuáles son esas columnas en las cuales se fundamenta el buen parenting, la buena crianza?, la primera vez que escuché esa pregunta intenté responderla con dos respuestas: AMOR y PACIENCIA. Considero que no estoy muy lejos de la respuesta correcta, pero más aún, ¿qué demonios significa AMOR y PACIENCIA en el mundo de la crianza? Bueno aquí te comparto las que yo considero como las 3 máximas que un padre debe de tener para considerase un buen padre.

La primera. TOTALMENTE PRESENTE.

Sabemos que en el mundo de hoy es imposible estar todo el día con nuestros hijos, pero en el tiempo que convivamos con ellos tienes que estar Totalmente presente, si… No Celulares, no Trabajo, No malos humores… Claro todos hemos caído en estas 3 cosas que he mencionado, pero el esfuerzo vale la pena. Lo menos que un padre debe hacer y lo más básico que nuestros hijos nos piden es amor y este amor se traduce en estar totalmente presente. Te darás cuenta de que no es sencillo, en las primeras veces habrá un silencio sepulcral, pero aprende a romper el hielo y hacer preguntar de interés.

Para un hijo el amor de un padre se traduce en estar totalmente presente.

La segunda. VALIDAR SUS EMOCIONES.

La paciencia no es esperar sentado o sentada a que se le pase el berrinche a tu hija o hijo, o que deje de llorar, significa Validar sus emociones. Cuando tu hija llora al caerse mientras corría, puedes atenderla diciendo “Amor… está bien llorar a mí también me duele cuando me caigo”, “¿Estas bien?, estaré aquí mientras lloras”, cuando validas el sentimiento de tu hijo lo ayudas a expandirse y saber sus limitaciones, lo mismo ocurre con sus enojos la mejor manera de hacer que tus hijos tengan confianza en ellos mismos es saberse entendidos en sus sentimientos. Una herramienta que funciona es cuando “espejeas”…. Eso quiere decir en el ejemplo anterior que hagas lo siguiente: Veo que te caíste mientras corrías, yo también me caía y lloraba, se siente horrible. Pero luego lo intenté otra vez y hasta gané competencias. Cuando espejeas les muestras a tus hijos que No eres Dios y que también cometes errores, incluso los mismos que ellos cometen. Avergonzar es lo peor que se puede hacer a un niño, ya que cambias negativamente el autoconcepto de esa persona, autoconcepto que lo acompaña hasta su adultez.

La tercera. NO SON NUESTROS HIJOS.

El sentido de propiedad genera emociones que no facilitan nuestra tarea como padres, aprende algunos de ellos y la filosofía para evitarlo.

No son Nuestros hijos, La palabra “nuestros” provoca un sentimiento de propiedad, no son de nosotros, son prestados, pertenecen al universo, a Dios y ellos se deben en espíritu a ellos mismos. Por lo cual tu eres un guía en su camino. El abordar la parentalidad desde el sentido de pertenencia nos crea un sentimiento de miedo, temor al rechazo y sentido de omnipotencia ante lo que ellos puedan hacer, crea un sentido donde debemos de controlarlos para que puedan crecer “bien” y ésta última palabra “bien” es la que provoca una seria desalineación con ellos. Creer que nosotros tenemos la razón de cómo deben de actuar, de cuales sentimientos deben de sentir y cuales deben de bloquear es no permitir su crecimiento anímico, mental e incluso espiritual puesto que ellos deben de descubrir de que está hecho el mundo, descubrir SU camino y seguirlo.

El sentido de propiedad cuando decimos nuestros hijos es una trampa del ego que debemos de vigilar, para evitar caer en el miedo.

Si no son nuestros, entonces ¿Cuál es nuestro papel? Bueno no existe una respuesta directa, pero tengo una opinión al respecto. Los hijos son como una planta, los mismos cuidados que debes darle a una planta son los mismo que debes de darle a un niño. La respuesta podría involucrar algo más trascendental. La función natural del universo es la expansión, de esa misma forma todo lo que implica una evolución o situación natural implica que es en pro de la expansión, incluso lo malo que nos ocurre. De esta forma la función del padre es permitir esa expansión, el padre expande su espíritu al generar todos los elementos para permitir la expansión de cada uno de sus hijos. Es un intercambio, cuido de mi planta por que en algún momento ofrecerá una flor, que tal vez no sea para mí, de la misma forma que nosotros ofrecemos flores no necesariamente a nuestros padres sino al mundo.

Ing. Luis Rey. Director General de JUPV AC.

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