La violencia de género es un tema que constantemente se escucha, pero que desafortunadamente poco se comprende; más allá de las interpretaciones que pueda tener, es común que debido a factores de educación o culturales, sólo asociemos el término con la violencia física o sexual y normalicemos los demás tipos de violencia existentes.

Para comprenderlo mejor, qué es la violencia de género?  Este término se refiere a los actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género. Este tipo de violencia nace del abuso de poder, la existencia de normas perjudiciales y en la desigualdad de género. Asimismo, constituye una grave violación a los derechos humanos.

Desde generaciones anteriores, las mujeres  viven asumiendo roles que están construidos desde una posición de desigualdad, o que cumplen con ciertas normas desde lo que se considera el “deber ser y hacer de una mujer”. La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo y tiene graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas que se producen en el seno de la familia o de la comunidad, así como la perpetrada o tolerada por el Estado, tanto a corto como a largo plazo, al impedirles participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad.

Las diferencias estructurales de poder basadas en el género colocan a las mujeres y niñas en situación de riesgo frente a múltiples formas de violencia. ¿Cuántos tipos de violencia existen?

• Violencia económica.  Consiste en lograr o intentar conseguir la dependencia financiera de otra persona, manteniendo para ello un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole acceder a ellos y prohibiéndole trabajar o asistir a la escuela.
• Violencia psicológica. Consiste en provocar miedo a través de la intimidación; en amenazar con causar daño físico a una persona cercana, o en forzarla a aislarse de sus amistades, de su familia, de la escuela o del trabajo.
• Violencia emocional. Consiste en minar la autoestima de una persona, en infravalorar sus capacidades, abusar de ella verbalmente, sabotear la relación de la pareja con sus hijos, o no permitirle acceso a sus familiares y amigos.
• Violencia física. Consiste en causar o intentar causar daño a una pareja empleando cualquier tipo de fuerza física contra ella.
• Violencia sexual (acoso sexual, violación, violación correctiva)

Al hablar de violencia también debemos incluir:

Feminicidio: Se refiere al asesinato intencionado de una mujer por el hecho de serlo.

Trata de personas: Adquisición y explotación de personas utilizando la fuerza, el fraude, la coacción o el engaño. Muchas mujeres y niñas son sometidas a explotación sexual a causa de ello.

Mutilación genital femenina: En algunas regiones es una norma social, e incluye procedimientos destinados a alterar de manera intencionada o causar daños en los órganos genitales femeninos por razones no médicas.

Matrimonio infantil: Cualquier matrimonio en el que uno o ambos cónyuges sean menores de 18 años. Constituye una violación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece que “[sólo] mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio”.

La violencia en líneo o digital: tal como el ciber acoso (mensajes intimidatorios), sexteo o sexting (Envío de mensajes o fotos de contenido explícito sin contar con la autorización de la persona destinataria) y el doxing (Publicación de información privada o identificativa sobre la víctima).

Se estima que una de cada tres mujeres sufrirá violencia física o sexual en el transcurso de su vida.  Sin embargo, la violencia de género puede prevenirse.

Prevenir la violencia de género requiere en gran parte de un compromiso político, aplicar leyes que fomenten la igualdad de género, invertir en organizaciones de mujeres y abordar las múltiples formas de discriminación a las que se enfrentan las mujeres a diario, así como de una socialización y educación basada en la igualdad.

¿De qué manera podemos ayudar desde lo individual a prevenir la violencia de género?

1. El antídoto contra el ancestral patriarcado se llama educación real en igualdad.  La prevención debe de comenzar en las primeras etapas de la vida, mediante la educación de los niños y niñas en un ambiente de respeto e igualdad, y que trabaje de una forma inclusiva, de manera que tiene en cuenta a cada uno de los sujetos sin discriminar ni marginar a nadie por razones de cultura, lengua, sexo o discapacidades.
2. Escuchar y creer a las sobrevivientes. Reconocer que hemos sido víctimas de la violencia puede ser difícil, por lo que, si algún familiar o conocida se anima a contarte su experiencia, ¡escúchala! Debemos garantizarle un espacio seguro para hacerlo y apoyar dentro de nuestras posibilidades para asegurar que se les haga justicia.
3. Fomentar una cultura de aceptación en la próxima generación. Ello determinará la manera en que piensen sobre el género, el respeto y los derechos humanos.
4. Comprender qué es el consentimiento. No significa No. Evitemos culpabilizar a las víctimas y exculpar a sus agresores. Cuando se trata de consentimiento, no hay límites difusos.
5. Reconoce las señales de violencia y no las justifiques con la esperanza de que quien ejerce la violencia cambie.
6. Combate el silencio cómplice. Como sociedad no podemos mostrarnos indiferentes ante el maltrato y la violencia contra las mujeres y las niñas, es una responsabilidad social fundamental.
7. Demuestra tu oposición a la cultura de la violación que se da en entornos sociales que permiten que se normalice y justifique la violencia sexual.
8. Si tienes oportunidad, haz donaciones a organizaciones de mujeres, amplifica sus voces, aumenta sus oportunidades de recibir ayuda, ayuda a promover refugios, líneas de atención telefónica y asesoramiento.
9. Sé responsable y exige responsabilidades a los demás.  Pronúnciate contra los comportamientos de violencia señalándolos.
10. Si eres víctima de maltrato, busca ayuda disponible.  No estás sola!

Poner fin a la violencia contra las mujeres es asunto de todas y todos. El cambio empieza por ti.

Desde la trinchera de mi hogar…

Cindy Rigada Aguilar

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