¿Te has dado cuenta que cada vez es mayor el estándar de perfección que se nos impone a las mujeres? Estoy segura que en este momento tienes en tu mente una enorme cantidad de características y cualidades que crees que necesitas cumplir para considerarte perfecta.
Resulta difícil quererse bien a uno misma y lidear con la ansiedad que se nos impone cuando día a día nos bombardean con mensajes que nos recuerdan lo imperfectas que somos; que para ser perfectas, debemos cumplir con todo aquello que se espera de nosotros, con cualidades que no se ajustan a una mujer real.
Esta perfección que se nos exige parece venir de Krypton y nos obliga a vivir bajo el mito de la súper mujer. Por un lado la industria de la belleza nos impone unos cánones irreales; por otro, debes ser exitosa en tu vida laboral, ganar bien, y, por su fuera poco el nivel de competitividad es aún mayor, tener una licenciatura es cosa del pasado; hoy se nos exige cuando menos un post grado y tener un perfecto control y balance del hogar y el trabajo, no puedes mostrar tu debilidad hacia tu familia y debes demostrar tener el mismo nivel de disponibilidad que un hombre; aparte como ama de casa, madre y esposa, debes cocinar de maravilla, tener una casa impecable, pasear las mascotas, atender bebés, hijos, construir maquetas de concurso, ir al súper mercado, hacer deporte, atender a tu pareja y un sinfín de requisitos para considerarte perfecta.
Todas estas exigencias son un abuso!, pero lo más triste es que lo creemos! creemos que ser imperfectas es lo peor que existe y, en algún momento, no podemos evitar sentirnos malas madres, malas esposas, malas trabajadoras o empleadas, malas amigas, y todo por qué?; porque vivimos idealizando el perfeccionismo y nos frustra no poder alcanzar todos o alguno de estos supuestos “ideales”.
Querer vivir bajo el perfeccionismo es agobiante, es un hábito negativo que incluso puede afectar tu salud pues te puede hacer sentir estresada, ansiosa, frustrada y agotada.
No dejemos que los demás sean siempre nuestros jueces, pero tampoco lo seamos nosotras. Que no te presionen las expectativas de los demás o los mandatos de género, debes pensar más en tu bienestar que en la opinión de otras personas. No hay nadie por quien necesites ser aceptada más de lo que necesitas ser aceptada por ti misma; reemplaza esa negatividad con pensamientos positivos.
Así que cada vez que te mires al espejo recuerda esto: tu imperfección es la huella que te identifica, que te define, es ser tu misma, es ser auténtica. Tú eres única y eres humana, debes amarte y aceptar tu imperfección; recuerda que el amor es una energía que se mueve en todas las direcciones y si tú te amas como eres, tu calidad de vida mejorará y también la de las personas a tu alrededor y sobre todo, te ayudará a aceptar que los seres humanos nos componemos de aciertos y errores.
Los errores que cometemos en cualquier aspecto de nuestra vida son una oportunidad de aprender a hacer las cosas de otra manera. Ser imperfecta te hace capaz de aceptar esos errores y perdonarte por ellos; aceptarte no significa que te guste todo de ti o que no quieras cambiar nada; tampoco se trata de renunciar a metas altas y convertirte en una conformista, se trata de ser inteligente emocionalmente y comprender que existirán obstáculos y que tú deberás buscar soluciones pero sin perder el contacto con la realidad: nadie es perfecto.
Hay una frase que dice así: “Cuando Dios te hizo mujer no se equivocó, se lució”.
Así que …mujer perfecta?, no gracias! Tú veniste al mundo a romper moldes, y tu imperfección te hace auténtica, única; nadie es como tú, y ése, es tu poder.
Desde la trinchera de mi hogar, soy Cindy Rigada
MORE Latinoamérica (Mindfulness, Oportunidades, Resiliencia y Equidad). Es un proyecto no lucrativo que involucra a hombres y mujeres comprometidos con la capacitación y desarrollo de la mujer. Te invitamos a que nos sigas a través de nuestro grupo de facebook: https://www.facebook.com/groups/2381345738608995/