Escuchar tan sólo la palabra cáncer, es sinónimo de terror, pues bien hace unos meses, lo detectaron a quien es una de las personas más importantes de mi vida, mi mamá.
Me sentí devastada, enojada, triste, pues jamás queremos que una enfermedad de ése tipo toque a nuestros seres queridos, estando al otro lado del mundo, no pude estar con ella, cuando recibió esa triste noticia.
Imagino lo que ella sintió y como reaccionó, lágrimas rodaron por sus mejillas, ésos silencios eternos. En lo que a mí respecta está inyectarle ánimo, pensamientos positivos y mucha fe.
Le han practicado una cirugía llamada Laparoscopia, afortunadamente salió bien y días después inició su tratamiento de radioterapia, 25 sesiones, todos los días al hospital, para llevar a cabo su tratamiento posteriormente le realizaron la braquiterapia, dónde introdujeron unos tubos metálicos dentro de su vagina, para erradicar posibles tumores, el camino no ha sido fácil, han sido días de mucho cansancio, dolor, noches sin poder dormir, ganas de no hacer nada, pero mi mamá es mucho más fuerte que su enfermedad, ella es luz, es alegría, es mi mamá la más hermosa del universo.
Han sido meses muy pesados anímicamente, pero recalco mi mamá es una guerrera que está dando batalla, cuenta con todo el cariño de la familia y si bien estoy lejos, hoy estamos más cerca que nunca, a través de las videollamadas, siempre tengo para ella palabras donde le digo siempre que tiene que sacar fuerzas, pues somos mucho más fuertes de lo que creemos.
En sus revisiones o consultas los doctores le han dicho que se encuentra bien, le han practicado análisis, los cuáles han salido afortunadamente a su favor.
Ha iniciado ya sus quimioterapias, 6 sesiones cada 21 días, va en la segunda, como efectos de la quimioterapia, ha perdido su cabello, pero aún así ella es bella, fuerte y valiente.
Para nosotros como familia no ha sido fácil, pero tiene un compañero de vida que está con ella, en todo momento y mi hermano que la acompaña al hospital para su tratamiento, además de la familia que en algún momento, también la acompañaron en está etapa.
Mi hija se ha vuelto su motor de alegría y ganas de seguir luchando, pues sé que mi mamá va a ganar su propia batalla y vencerá.
Me cuenta que ha conocido gente que le platican su historia de está enfermedad y unas a otras se contagian de buenos sentimientos y pensamientos, la fe mueve montañas y estoy segura de que es así, pues somos lo que pensamos.
Talvez si mi mamá se hubiese practicado a tiempo sus estudios, otra sería su historia, lo importante fue que se lo detectaron a tiempo.
Cómo mujeres y hombres siempre hay que prevenir y realizarnos todo tipo de estudios, pues el cáncer es un enemigo silencioso, que si se detecta a tiempo se puede vencer.
Mamá sabes que te amo y quise compartirlo, sabes que no estás sola y vamos a ganar, porque tú batalla, también es nuestra.
Por: Eileen Roussell Luna
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