Mujeres NoMo, el estigma de su decisión y la presión social

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Se utiliza la abreviatura NoMo (No Mothers en inglés o No Maternidad en español) para definir a las mujeres que no pueden o no quieren tener hijos.

En mi opinión, esta nueva etiqueta me parece un tanto transgresora hacia nuestro género pues trata de definir a la mujer por lo que no es o no puede ser; no me parece que esté formulada como un concepto positivo para definir a las mujeres sin hijos.

Dicho esto, todas conocemos en nuestro entorno más cercano a una amiga, familiar o compañera de trabajo que decide no optar por la maternidad, ya sea por una razón fisiológica o simplemente por motivos personales, laborales o sociales.  Es alucinante el bombardeo de comentarios que reciben de su círculo cercano como lo es su pareja, familia o amigos,  tales como “tu reloj biológico no es eterno”, “¡Qué esperas!, acaso no te gustan los niños?”, “Te estás perdiendo lo mejor del mundo”, “ Si no tienes hijos quién verá por ti cuando seas adulto mayor?”; algunos comentarios más rudos como: “¡Tu decisión es antinatural!”, “Te falta un hijo para estar completa”, es más, incluso comentarios de personas ajenas como por ejemplo los profesionales de la salud , que suelen decirte que “un útero que no da hijos da cáncer”.

Y a pesar de que esta mujer nos explique (sin necesidad) sus puntos de vista válidos; como sociedad seguimos juzgándola, considerando que no cumple con lo que se espera de ella a nivel social; con el ideal reproductivo asignado al cuerpo femenino y, peor aún, por “salirse de la norma” le adjudicamos los estereotipos de mujer egoísta, amargada, superficial o incompleta.

Un ejemplo de los estereotipos de género que han pasado de generación en generación, es que ser mujer presupone el deseo de ser madre, o  la obligación de cuidar a otros. Tiempo atrás te inculcaban que tu misión en la vida era casarte, tener hijos y dedicarte al hogar; hoy el pensamiento ha evolucionado, se ha fomentado la superación de la mujer en muchos aspectos como el profesional, el tener tu independencia, etc., pero en una cultura, al menos como la mexicana, sigue siendo expectativa que aunado a los retos profesionales, eventualmente te cases y te “realices” como mujer, pero no sólo en el mundo profesional, sino también como madre.

Es decir, a pesar de que como sociedad hemos evolucionado en muchos aspectos, gran parte de ella continúa planteando la maternidad como un destino.

La mujer merece crear su identidad a partir de más puntos y no solo de la maternidad.

Debemos entender que la mujer que decide no optar por la maternidad tiene sus motivos, tales como:

  1. Dificultades en materia de salud .  Algunas mujeres enfrentan dificultades al buscar procrear teniendo que someterse a tratamientos especializados, los cuales económicamente no son accesibles para todas, además los estragos que puede sufrir el cuerpo pueden ser irreversibles.
  2. El desarrollo profesional y tener hijos. Sabemos que la maternidad es un evento que modifica sustantivamente el ritmo de la vida de las mujeres, en lo social, lo económico y también en lo profesional; esto, aunado a la falta de igualdad y equidad no sólo en el aspecto laboral sino también en casa, pues el cuidado de los hijos es mayoritariamente femenino.
  3. La precariedad económica.
  4. Todos estamos hechos de historias y no todos queremos las mismas cosas en la vida según nuestra circunstancia.
  5. Quizás en algún momento esa mujer que conoces sí pensó en la posibilidad de tener hijos, pero entonces no había las condiciones (económicas, de disponibilidad de pareja…), o bien, cuando había las condiciones, sintió que no era el momento adecuado.

Cualquiera que sea el motivo, como sociedad debemos dejar de ejercer esa presión sobre la mujer que decide NO optar por la maternidad; debemos apartarnos de los mandatos de género; de esa creencia que el deseo de ser madre es algo universal e innato, y que la maternidad es un proyecto único de vida.

Por lo regular somos las propias mujeres quienes más duro juzgamos a quien optó por no tener hijos; no sólo se trata de empatía, se trata que dignifiquemos a aquellas mujeres que son señaladas, juzgadas y estigmatizadas por una decisión sobre su propia vida.

Entendamos que SÍ, fisiológicamente y por lo general, la mujer es apta para la maternidad, pero NO es su única función, ni es un papel determinante.  Hoy la mujer debe ser libre de elegir si quiere o no dedicar su vida al cuidado y la crianza de un hijo o bien, priorizar su desarrollo humano o profesional.   Ambas decisiones son posibles y debemos respetarlas.

Desde la trinchera de mi hogar, soy Cindy Rigada

MORE Latinoamérica (Mindfulness, Oportunidades, Resiliencia y Equidad). Es un proyecto no lucrativo que involucra a hombres y mujeres  comprometidos con la capacitación y desarrollo de la mujer. Te invitamos a que nos sigas a través de nuestro grupo de facebook: https://www.facebook.com/groups/2381345738608995/

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