Tradicionalmente, el estudio de la violencia contra las mujeres se ha centrado en la violencia física, emocional y sexual, descuidando la violencia económica.
No obstante, la violencia económica podría ser uno de los factores más importantes que explican los otros tipos de violencia (por ejemplo, en algunas ocasiones, la pareja de la mujer podría condicionar un apoyo económico a una relación o favor sexual, uniéndose de esta forma La violencia económica con la violencia sexual).

La violencia económica se entiende como toda acción que afecta la supervivencia económica de la víctima. Lo cual se traduce principalmente en el control o limitaciones del dinero y las propiedades de la pareja.

Una mujer está sufriendo violencia económica cuando su pareja es la que controla las decisiones de uso y administración de las propiedades y el dinero , cuando le niega o condiciona el dinero suficiente para las necesidades básicas como alimentación, vivienda o acceso a la salud, cuando le prohíbe trabajar de manera remunerada, cuando le retiene, le daña o le destruye documentos o propiedades personales o cuando le exige cuentas y comprobantes por cada cosa que ella compra.

La violencia económica contra la mujer suele pasar desapercibida debido a que no es tan evidente ni deja rastros como la violencia física o sexual, sin embargo, en el caso de México, de acuerdo con datos oficiales, cerca de 13.4 millones de mexicanos la han padecido en un momento de su vida (cifra que representa casi el 30% del total de mujeres de 15 años o más) (1)
La mejor forma de combatir, evitar y prevenir la violencia económica es el empoderamiento y la independencia financiera de la mujer. Los diversos estudios realizados varían una relación inversa entre la autonomía y la independencia financiera de la mujer y la violencia económica. (2)

De esta forma es necesario que, tanto a nivel de políticas públicas como a nivel del hogar, se promueva, incentivo y se eduque hacia el logro de la independencia financiera de la mujer.
Mayores niveles de escolaridad, mayor inclusión financiera y salarios más equitativos en las mujeres redundarían en mayor autonomía económica y por tanto reduciría la violencia económica hacia ellas.

Fuentes:
(1) INEGI. (2016) Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares.
(2) Vélez-Martínez D. y M. Meireles (2017) Alternativas frente a la violencia económica contra las mujeres en México: un análisis del crédito como derecho. Memorias del Primer Congreso sobre Violencia de Género contra las Mujeres. UNAM (Recuperado desde:
https://www.crim.unam.mx/congresoviolencias/sites/default/files/Mesa%2010_V%C3%A9lez.pdf )

Por: Román Culebro Martínez(México)

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